El objetivo de este estudio es poner de relieve si el perfil de las personas que consumen drogas en contextos de alta vulnerabilidad cambia si se adoptan procesos de observación relacional y no formal (Tratamiento Comunitario), en lugar de las herramientas y los entornos habituales de la investigación clínica. El Tratamiento Comunitario integra estrategias de inclusión social y salud pública, permite el ingreso en programas de tratamiento o apoyo a personas que, debido a factores como edad, género y vulnerabilidades personales o comunitarias, suelen quedar fuera del alcance de los servicios tradicionales. Este enfoque podría ser una opción prometedora para las políticas basadas en los recursos comunitarios.
Entre las consecuencias de la adopción de esta metodología se menciona la forma de establecer una alianza con la comunidad y, a través de esta alianza, modificar la tipología de los servicios, los entornos comunitarios en los que opera el personal y las relaciones que mantienen con toda la comunidad. El acceso al mundo no formal no es sólo una forma de "bajar el umbral de acceso", sino también de construir un acceso que antes no existía.
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