Filipini, Romano, Perri, Mitchell y Fariña compartieron una mirada crítica sobre la Familia en contextos de pobreza d urante el Simposio Familia y Políticas Públicas, Hacia un Acuerdo del Largo Plazo, realizado en el CCK el pasado 25 y 26 de octubre.
A continuación breve reseña de las ponencias de los disertantes.
ANIBAL FILIPINI
Uno de los principales problemas en los asentamientos informales urbanos es la falta de un hábitat e infraestructura adecuados. La falta de un hogar es propensa a generar situaciones de violencia familiar y social. Se observan dificultades de los jóvenes para emprender un proyecto de vida estable y a largo plazo. Todo esto es consecuencia de diferentes carencias: falta de trabajo digno, estimulación, aceptación y contención (familiar y social). Se ve una falta de mayor presencia del Estado para asistir a los más débiles y vulnerables, que es indispensable para alcanzar el bien común. Las políticas públicas se deberían orientar a fortalecer a las familias como “formadores de personas y escuela de virtudes” contribuyendo así al desarrollo social del país, siendo fundamental garantizar el derecho a la vivienda digna que permita generar vínculos personales y familiares sanos.
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CARLOS ROMANO
Si bien la perspectiva de la familia está amparada en la mayoría de las garantías internacionales, no se ha podido avanzar significativamente en acciones concretas para hacer cumplir los derechos humanos básicos. Esto excede la materia del derecho y nos involucra en cuestiones de valores. Se ha perdido la mirada colectiva dificultando el rol de operatividad de la organización familiar. La cultura individualista lleva a no ocuparnos de forma integrada de los más vulnerables y excluidos, provocando una “injusta felicidad”. Hay que volver a la mirada macrofamiliar, la familia como operador de la comunidad, teniendo el Estado un rol activo en el acompañamiento familiar y la promoción del trabajo como actividad primaria y fundamental del hombre.
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CESAR PERRI
Es fundamental el reconocimiento del otro como sujeto de derecho al momento de pensar políticas públicas en el marco de una sociedad desintegrada. Basado en la experiencia de su Fundación, resalta:
-Los vínculos solidarios y comunitarios que se establecen en los sectores vulnerables. Fortalecer a la comunidad es fortalecer la familia, y fortalecer esta permite habitar el barrio.
-La responsabilidad del Estado para generar políticas que se ocupen de “empoderar a las familias” principalmente mediante la educación y la infraestructura.
-La comunidad debe hablar por sí misma y no ser hablada por otros actores externos (academia, medios, Estado, etc.)
-Respeto y amor en discursos y prácticas para “dejar de lado los prejuicios que cosechan indignidades”.
ANNE MITCHELL
A partir de dos investigaciones sobre deserción escolar con jóvenes de la villa 1-11-14 del bajo Flores y la implementación de un programa de vivienda de TECHO, se concluyó que la pobreza es causa destacable de la deserción escolar y que las privaciones en las condiciones materiales de vida condicionan los problemas sociales de las familias. Se destacó de las entrevistas con jóvenes que la familia es aquello que más valor tiene en su vida (“ayudar a la familia incluso si hay que robar”).
ANALIA FARIÑA
Habló de un Programa de apoyo parental de su Fundación orientado a fortalecer las habilidades parentales, mediante reuniones con las madres para hablar sobre la crianza, educación y cuidado de los hijos. Muchos problemas relacionados con este tema se derivan de la falta de conocimiento sobre otras dinámicas vinculares al interior de la familia. No es la educación en la primera infancia la única para los primeros años de vida; desde las políticas públicas también se deberían promover programas de apoyo parental. Hay que fortalecer a la familia de forma integral (salud, educación, etc.) para acompañar el crecimiento de sus hijos y que estos tengan los cuidados necesarios.